Ese día todo será música. Aun a pesar de los nervios, todo te sonará a música. Pero, fuera de tu cabeza, es un tema importante para planificar con tiempo. Hay que seleccionar la que os va a acompañar al altar o a la mesa del Registro Civil, la de la llegada al lugar de la celebración, la del primer baile ya casados y la que compartiréis después con todos los invitados.
De las marchas nupciales…
En las bodas más tradicionales se suelen escuchar las marchas nupciales más clásicas: la de Mendelssohn y la de Wagner, y también el Ave María de Schubert o el Canon de Pachelbel. Son apuestas seguras, y rigurosas, para que los invitados medio sonrían -y también admiren- ante el camino de la novia hacia la ceremonia.
…a la banda sonora de vuestras vidas
Pero en los últimos años, muchas parejas han optado por elegir temas contemporáneos: una balada romántica o una canción con marcado significado en su relación. Así han nacido los ‘nuevos clásicos’, como “She”, en la versión de Elvis Costello que formó parte de la banda sonora de la película “Notting Hill” (1999) -la original es de Charles Aznavour, que la compuso y cantó en 1974-. Otro tema fijo en esta mini lista es “At last”, de Etta James, que también se lanzó hace muchos años, en 1959, pero que sigue proclamando ese ‘al fin’ han terminado los días de soledad. Son muchos también los que eligen la versión más moderna, la de Beyoncé, de 2008. Y, por último -por no hacer extensísima la lista-, “May it be”, la canción interpretada por Enya que cierra la película “El Señor de los Anillos. La Comunidad del Anillo” (2001).
Durante la comida o cena
La música ‘de fondo’ para acompañar el banquete debe ser ligera y no sonar muy fuerte para propiciar las conversaciones. Pero su elección sí es importante. Lo mejor es optar por la instrumental: soul y jazz o baladas de los 50 y 60, pero en instrumental.
¡Y llega la fiesta!
Música para bailar después de la cena. Y también después de primer baile de los recién casados -que no siempre es un vals; puede ser un tango y hasta un bolero-. La triunfadora, independientemente de la edad de los contrayentes y amigos, es la música de los 70; suele ser un fijo. No hay boda que Alaska, en su época Pegamoide, se haya perdido. Los amigos os pueden ayudar con el listado de temas para bailar.