Anillos de boda: ¿conoces su historia?

Cuando estás preparando tu boda, hay un montón de detalles a los que prestar atención, como el banquete, la música o el vestido. Y hay uno en concreto que quedará más allá del recuerdo, porque lo vas a llevar encima toda tu vida. Nos estamos refiriendo a los anillos de boda.

Todo el mundo sabe que la persona que lleva puesto un anillo en el dedo lo hace para mostrar su compromiso hacia alguien. ¿Pero sabes cuál ha sido la historia de este símbolo hasta nuestros días? En el blog de Antigua Fábrica de Harinas te lo contamos.

El origen de los anillos de boda

Para ver los primeros anillos de boda tenemos que remontarnos a miles de años, en la época del Egipto faraónico. Los egipcios consideraban en círculo como la figura perfecta, que no tenía principio ni fin, y por eso simbolizaba muy bien el amor. Los anillos egipcios podían ser de diversos materiales, desde unas fibras de cáñamo entrelazadas hasta marfil tallado. Con ellos un hombre le otorgaba a su esposa el cuidado de su casa y todo lo que tenía. Poco a poco se empezaron a usar metales, sobre todo por las clases pudientes. Los nobles usaban anillos de oro o incrustaciones de gemas, pero el simbolismo seguía siendo el mismo.

En la Antigua Roma

La Roma imperial mantuvo viva la tradición de otorgar a la esposa el cuidado del hogar. En este caso, los anillos romanos llevaban un sello, con el que la dómina podía marcar todas las propiedades, así como los envases que contenían los alimentos, para protegerlos de los robos y “perdidas” por parte de los esclavos. Los romanos fueron quienes determinaron el dedo en el que se coloca el anillo, el anular, porque consideraban que había una conexión entre este y el dedo corazón, llamada vena amoris o vena del amor.

La Edad Media y el Renacimiento

Las costumbres romanas cayeron un poco en desuso con la cristianización, aunque los anillos de boda se empezaron a usar de nuevo en el siglo IX de nuestra era. Estos estaban muy elaborados, con figuras de animales, manos o instrumentos. Pero la iglesia acabó por alegar que se trataba de símbolos paganos, y los anillos se empezaron a simplificar, allá por el siglo XII. Durante el Renacimiento surgieron las inscripciones, grabando primero por la parte exterior, y después en el interior para poder colocar mensajes más íntimos, fruto de la tendencia a casarse por amor y no por un contrato entre familias.

Los anillos de boda en la actualidad

Todas estas costumbres se han mantenido, y en el siglo XXI encontramos una gran cantidad de anillos de boda, casi siempre de oro, pero también en plata o platino, con pequeños detalles que los hacen únicos para la pareja. En el interior se suele grabar el nombre del cónyuge y la fecha, para mantener el recuerdo de este día tan especial. Este es un resumen de la historia de los anillos de boda, un símbolo visible del amor entre dos personas. ¿Cuántos de estos detalles conocías ya?